sábado, julio 09, 2005

Tristeza en el 2004 ... espero que este año sea diferente

Tristeza. Es justo lo que siento en estos momentos. Ya quisiera ser Sabines para arrancarme los ojos con las uñas y exprimirlos como limones en el café. O tal vez para recriminarme en mi jetota: muérete y ya. O simplemente ser Benedetti y decir que me siento jodido y radiante, más la primera que la segunda y viceversa... pero no, soy un simple ser humano que a la mera hora de los trancazos se abre como lechuga. Hoy es mi día, bueno era mi día, mi cumpleaños! (vaya día)... nunca me han gustado los cumpleaños, en principal porque mis padres nunca me felicitaban y luego porque me entra mucha nostalgia (por viejo) y el tercer motivo, porque siempre de los siempre los paso solo.
Aunque la soledad es justa y buena, es más, mi plan para hoy era irme a un restaurante italiano, pedir una copa de vino y leer un libro, no se, Cortazar, Restrepo, Velasco, García Márquez, López Velarde.. y todo, para que al final del día disfrutara un poco de estar conmigo mismo, de festejarme mi cumpleaños, de abrazarme, de que la soledad me diera un beso, de que yo le diera un beso a la soledad, pero no fue así. Mis queridos compañeros me hicieron ver como un mamón, como el sangrón antisocial.."ven a comer con nosotros, vamos a donde quieras"... "vino me mamá, vamos a comer a donde quieras.. es tu cumpleaños".. Y ahí va san pendejo, a acompañarlos y resulta que uno de ellos no tenia plata, entonces quedé en prestarle... ahhh pero el señor empezó a pedir y a pedir y a pedir.. que poca madre... resultó ser el que más comió y el que no pagó ni un quinto... pero bueno... por un momento pensé que en verdad tenia compañeros buenos y que estaban conmigo en mi festejo, que va, soledad adiós adiós que tengo amigos!.. pero en mitad de la comida: "señora, éntrele que usted es la visita".. puta madre, que digo puta, putisima.. de repente, mi gran festejo, mis amigos, mis hermanos se desvanecieron ante mi vista como tinta en aguacero y todo el panorama cambio, de ser yo el festejado, ahora no era más que un espectador más de la comida de la señora que nos visitaba. Mi día dije? me atreví a decir que era mi día? Ah que valiente es uno al despertarse.

Y ahora, de nuevo, dónde estás soledad!?...dónde estás? que te necesito.

jueves, junio 16, 2005

Ética a Nicómaco

Cómo me gustaría ser como yo...

Tener el tiempo que yo tengo para salir a caminar cuando yo quiera, para leer lo que le venga en gana a mi gana más íntima y soltera; interrumpir sin que nadie se asfixie cualquier obligación etiquetada; para estar en pleno uso de la soberanía de ir a pie por las calles, descubriendo raices que aparecen quebrantando las reglas de asfalto.

Cómo me gustaría, de veras, dedicarme una noche a platicar conmigo, cada quien con su trago... discutir, discrepar, desentonarse, hasta que el pobre espejo se quedara dormido con el rostro apoyado sobre el azogue opaco. Como me gustaría que a los dos nos gustaría la misma y que uno tuviera que ceder y cediera por desatarle al otro las dos manos.

Cómo me gustaría que yo y que yo fuéramos tan amigos.