Estoy más que agradecido contigo, por haberle dado la vuelta a mi tristeza, por haber convertido un día cualquiera en una ocasión digna de ser festejada.
MUCHAS GRACIAS, no tengo palabras para hacerte saber lo agradecido que estoy.
Ahora es como ver todo a través de un rubí.
Si hay algún valiente que se atreva a leer este blog, de antemano le pido disculpas por mi mala ortografia, mi pésima redacción y mi vulgar lenguaje.
sábado, julio 12, 2008
viernes, julio 11, 2008
La verdadera razón
¿Cuantas veces he dicho y gritado que no me gustan mis cumpleaños? todos me han tachado de loco, inmaduro y pedante! Es difícil de creerlo, lo se, por eso me quedo callado y no es por no contestarles, sino porque a mi mente llegan las verdaderas causas que, por supuesto, no se las puedo decir a todo aquel parado frente a mi. Recuerdo claramente la ilusión de todo niño de la llegada de tan esperado día (todo un año de espera!!), recuerdo irme a la cama pensando que al otro día seria de los mejores días de mi vida y que cada año podría mejorarlo, recuerdo aquellos momentos donde buscaba en la mirada de mis padres algún secreto, alguna sorpresa para el siguiente día, vaya que si me acuerdo la felicidad con la que me dormía y no se diga con la felicidad con la que despertaba.
Es mas, despertaba temprano, apenas veía el sol salir y yo estaba listo para recibir todos mis regalos, todas las bendiciones, todos los abrazos porque al fin era mi día, el 12 de julio había llegado!!, por fin gracias Dios mio por hacer de estos días tan especiales. Recuerdo claramente que pasaba frente al cuarto de mis padres haciendo mil y un ruidos, como diciendo "ya desperté", pero nadie salia, por mas ruidos que hiciera nadie salia, y recuerdo siempre tener el atrevimiento de abrir la puerta porque no me quedaba de otra más que despertarlos. Recuerdo tan claro la desilusión de ver su cuarto vacío porque ya habían salido a sus trabajos, no es que fuera una señal, seguramente está preparando algo muy grande para la comida.
Me iba a la escuela, por supuesto nadie sabia nada y la pasaba como un día cualquiera, hasta que sonaba la chicharra de salida y no hacia más que imaginarme el pastel, la comida, los regalos, aquella bicicleta que tanto había anhelado. Al llegar a la casa recuerdo azotar la puerta (solo para avisar que había llegado), corría al comedor porque seguro allí estaban todos esperándome, pero nunca había nadie más que un plato de picadillo en la mesa y la muchacha diciéndome que mis papás no iban a llegar a comer. No importa, tienen trabajo me lo recompenzarán en grande por la tarde.
Recuerdo estar esperando toda la tarde e inclusive parte de la noche la llegada de alguno de ellos, ya ni pensaba en la bicicleta solo pensaba en un abrazo y mi pastel, en las mañanitas, en tener a mis padres junto a mi. Y cuando estaba a punto de caer en la tristeza llegaban mis padres y como buen niño me paraba frente a mi madre y recuerdo claramente que se sentaba en su cama, se quitaba los zapatos y me decía "salte del cuarto porque me voy a cambiar". "Si mamá" siempre respondía, y recuerdo siempre tener esa necesidad de correr hacia ella y abrazarla, con el simple y llano deseo de que sus brazos estuvieran alrededor mio, yo podría hacer de cuenta que era la felicitación de mi cumpleaños, pero mientras imaginaba eso me volvía a recordar que quería su espacio. No importaba, seguro era el trabajo tan pesado que tenia y me iba a buscar a mi padre, "hola papá"; saludaba y un "Qué quieres?", recibía. Confieso que muchas veces estuve tentado a decirle "un abrazo, es mi cumpleaños recuerdas?", pero nunca me atreví. De repente ya estábamos cenando y recuerdo claramente como buscaba en sus ojos esa chispa que les recordara que era mi cumpleaños, que les recordara que tenían un hijo.
bicicleta dije? no, en verdad todo eso ya estaba a un lado, lo único que quería era una felicitación, quería que todo lo que esperé durante un año (porque el año pasado por una extraña razón lo olvidaron) se convirtiera en realidad, aunque bueno a esas horas lo único que quería era una palabra y un abrazo.
Recuerdo claramente tener que irme a la cama en espera de todo eso, la felicidad con la que había despertado ya no estaba, no había sol tampoco, mi día especial se había acabado, y no podía dormir, porque siempre esperaba que alguno de ellos entrara a mi cuarto a darme siquiera un beso de buenas noches, digo, era mi cumpleaños, era el mejor regalo que podía tener. Y entre lágrimas, entre tristeza, entra dolor y sobre todo sumergido en la más cruel soledad, me quedaba esperando, esperando hasta que no tenia aire para seguir llorando, hasta que no tenia ojos para seguir viendo..bien recuerdo que lo único que hacia era parame lentamente, salir de mi cuarto, pararme frente a la puerta de mis padres y susurrar con todo el dolor: "papá, mamá, hoy fue mi cumpleaños"
Es mas, despertaba temprano, apenas veía el sol salir y yo estaba listo para recibir todos mis regalos, todas las bendiciones, todos los abrazos porque al fin era mi día, el 12 de julio había llegado!!, por fin gracias Dios mio por hacer de estos días tan especiales. Recuerdo claramente que pasaba frente al cuarto de mis padres haciendo mil y un ruidos, como diciendo "ya desperté", pero nadie salia, por mas ruidos que hiciera nadie salia, y recuerdo siempre tener el atrevimiento de abrir la puerta porque no me quedaba de otra más que despertarlos. Recuerdo tan claro la desilusión de ver su cuarto vacío porque ya habían salido a sus trabajos, no es que fuera una señal, seguramente está preparando algo muy grande para la comida.
Me iba a la escuela, por supuesto nadie sabia nada y la pasaba como un día cualquiera, hasta que sonaba la chicharra de salida y no hacia más que imaginarme el pastel, la comida, los regalos, aquella bicicleta que tanto había anhelado. Al llegar a la casa recuerdo azotar la puerta (solo para avisar que había llegado), corría al comedor porque seguro allí estaban todos esperándome, pero nunca había nadie más que un plato de picadillo en la mesa y la muchacha diciéndome que mis papás no iban a llegar a comer. No importa, tienen trabajo me lo recompenzarán en grande por la tarde.
Recuerdo estar esperando toda la tarde e inclusive parte de la noche la llegada de alguno de ellos, ya ni pensaba en la bicicleta solo pensaba en un abrazo y mi pastel, en las mañanitas, en tener a mis padres junto a mi. Y cuando estaba a punto de caer en la tristeza llegaban mis padres y como buen niño me paraba frente a mi madre y recuerdo claramente que se sentaba en su cama, se quitaba los zapatos y me decía "salte del cuarto porque me voy a cambiar". "Si mamá" siempre respondía, y recuerdo siempre tener esa necesidad de correr hacia ella y abrazarla, con el simple y llano deseo de que sus brazos estuvieran alrededor mio, yo podría hacer de cuenta que era la felicitación de mi cumpleaños, pero mientras imaginaba eso me volvía a recordar que quería su espacio. No importaba, seguro era el trabajo tan pesado que tenia y me iba a buscar a mi padre, "hola papá"; saludaba y un "Qué quieres?", recibía. Confieso que muchas veces estuve tentado a decirle "un abrazo, es mi cumpleaños recuerdas?", pero nunca me atreví. De repente ya estábamos cenando y recuerdo claramente como buscaba en sus ojos esa chispa que les recordara que era mi cumpleaños, que les recordara que tenían un hijo.
bicicleta dije? no, en verdad todo eso ya estaba a un lado, lo único que quería era una felicitación, quería que todo lo que esperé durante un año (porque el año pasado por una extraña razón lo olvidaron) se convirtiera en realidad, aunque bueno a esas horas lo único que quería era una palabra y un abrazo.
Recuerdo claramente tener que irme a la cama en espera de todo eso, la felicidad con la que había despertado ya no estaba, no había sol tampoco, mi día especial se había acabado, y no podía dormir, porque siempre esperaba que alguno de ellos entrara a mi cuarto a darme siquiera un beso de buenas noches, digo, era mi cumpleaños, era el mejor regalo que podía tener. Y entre lágrimas, entre tristeza, entra dolor y sobre todo sumergido en la más cruel soledad, me quedaba esperando, esperando hasta que no tenia aire para seguir llorando, hasta que no tenia ojos para seguir viendo..bien recuerdo que lo único que hacia era parame lentamente, salir de mi cuarto, pararme frente a la puerta de mis padres y susurrar con todo el dolor: "papá, mamá, hoy fue mi cumpleaños"
Caos
Exploté, en mil pedazos reventé.
Están todas las paredes llenas con pedazos de mi piel; Tomaré mis manos y las estrellaré; romperé todas las calles que están debajo de mis dos pies. Me eché a correr y desdoblé todo mi cuerpo, quedaré expuesto a los rayos del sol.
Desmayé y allí no más me desperté, entre las uñas mi cariño derramado en la sangre encontré.
Volaré y de golpe dejaré caer, subiré de nuevo y otra vez así me dejaré caer.
Guardo y dejo todas mis fuerzas en esta frase y yo estoy aquí en medio de este caos y no se que es lo que hago aquí... y no se que es lo que hago aquí.
Están todas las paredes llenas con pedazos de mi piel; Tomaré mis manos y las estrellaré; romperé todas las calles que están debajo de mis dos pies. Me eché a correr y desdoblé todo mi cuerpo, quedaré expuesto a los rayos del sol.
Desmayé y allí no más me desperté, entre las uñas mi cariño derramado en la sangre encontré.
Volaré y de golpe dejaré caer, subiré de nuevo y otra vez así me dejaré caer.
Guardo y dejo todas mis fuerzas en esta frase y yo estoy aquí en medio de este caos y no se que es lo que hago aquí... y no se que es lo que hago aquí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)